Manifestación 10-M
Peperos, votantes socialistas de ocasión, nacionalistas españoles, pasotas moderados, oyentes de la COPE, cabreados, parados...y, como en todas manifestaciones, curiosos, aburridos sin plan, paseantes, carteristas, pordioseros...
Todos contra el Gobierno socialista por su política "antiterrorista", siendo el detonante el mimo dispensado al multiterrorista Juana de Chaos, que le chantajeó con una huelga de hambre aparente, ya que, por lo bajini, comía chorizo, hablaba por telefono lo que quería, convivía con la moza que le visitaba, encogía el estómago ante una cámara no cacheada... ¡Vamos como si estuviera en su casa!. ¡Qué gran sentimiento humanitario el del Gobierno, atenuándole la pena, mientras él sigue sin arrepentirse!
Los colores rojo y gualda de la bandera patria destacaron por encima de un empedrado de cabezas humanas, subiendo por el paseo de Recoletos como un bloque en pro de la unidad fraternal de los españoles "de bien" en un destino universal. Los manifestantes adoctrinados y contenidos, demostrando sensatez, evitaron estridencias, insultos y los más radicales se olvidaron del "aguilucho". Finalmente en el contexto incomparable de la plaza de Colón, en el marco de la Hispanidad, entre monumentos a la hazaña del Descubrimiento y bajo el ondular de la enorme enseña se escucharon los acordes del Himno Nacional. Los corazones vibraron, lo ojos se emocionaron y la mala leche se canalizó hacia ZP, presidente irresponsable, inconsciente y traidor, cuando el jefe de la oposición leyó su sermón político. Concluyendo, ha sido una manifestación anti-gobierno, anti-socialista, en defensa de la unidad nacional y, de paso, en busca del poder.
Una vez acabada la concentración, los socialistas se levantaron de la siesta, si es que pudieron dormir, los de la derecha vieron más cerca algún cargo a partir de las próximas elecciones, los nolstálgicos soñaron con que aún era posible volver al franquismo, los curiosos y aburridos quedaron entretenidos, los "chorizos" se llevaron alguna cartera, los cabreados siguieron insatisfechos, las víctimas del terrorismo siguieron sin sus seres queridos y el patológico asesino seguro que brindó con vino de la rioja alavesa, provincia que aún es de la Comunidad Autónoma Española, llamada País Vasco.
Todos contra el Gobierno socialista por su política "antiterrorista", siendo el detonante el mimo dispensado al multiterrorista Juana de Chaos, que le chantajeó con una huelga de hambre aparente, ya que, por lo bajini, comía chorizo, hablaba por telefono lo que quería, convivía con la moza que le visitaba, encogía el estómago ante una cámara no cacheada... ¡Vamos como si estuviera en su casa!. ¡Qué gran sentimiento humanitario el del Gobierno, atenuándole la pena, mientras él sigue sin arrepentirse!
Los colores rojo y gualda de la bandera patria destacaron por encima de un empedrado de cabezas humanas, subiendo por el paseo de Recoletos como un bloque en pro de la unidad fraternal de los españoles "de bien" en un destino universal. Los manifestantes adoctrinados y contenidos, demostrando sensatez, evitaron estridencias, insultos y los más radicales se olvidaron del "aguilucho". Finalmente en el contexto incomparable de la plaza de Colón, en el marco de la Hispanidad, entre monumentos a la hazaña del Descubrimiento y bajo el ondular de la enorme enseña se escucharon los acordes del Himno Nacional. Los corazones vibraron, lo ojos se emocionaron y la mala leche se canalizó hacia ZP, presidente irresponsable, inconsciente y traidor, cuando el jefe de la oposición leyó su sermón político.
Se lo buscó ZP. ¡Aún es poco!. ¿Aprenderá o seguirá siendo cazurro? ¿Hay que esperar que los etarros-batasunos dejen las armas, acaten la constitución o dejen de reclamar Navarra a cambio de la "suelta" del matón o lo "soltó" por alguna amenaza aún mayor?.
Una vez acabada la concentración, los socialistas se levantaron de la siesta, si es que pudieron dormir, los de la derecha vieron más cerca algún cargo a partir de las próximas elecciones, los nolstálgicos soñaron con que aún era posible volver al franquismo, los curiosos y aburridos quedaron entretenidos, los "chorizos" se llevaron alguna cartera, los cabreados siguieron insatisfechos, las víctimas del terrorismo siguieron sin sus seres queridos y el patológico asesino seguro que brindó con vino de la rioja alavesa, provincia que aún es de la Comunidad Autónoma Española, llamada País Vasco.
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