29/5/07

El acorazado "Bismarck"

El acorazado "Bismarck" fue todo un símbolo de la IIª Guerra Mundial.

Desplazaba 60.000 Tm, tenía 261 mts de eslora, 36 mts de manga, 10 mts de calado y sobresalían sus 8 cañones de 380 mm y 12 cañones de 150 mm. Fue botado en 1939 y probado durante año y medio a base de una disciplina espartana. Su tripulación muy bien preparada estaba mandada por Ernest Tindemann.

En la primavera de 1941 con otros buques de guerra salió del Báltico para llevar a cabo la "Operación Rheinubung" coordinada por el almirante Lütjens. Su táctica era hundir barcos de transporte, mercantes, petroleros...cuando nadie lo esperara y desaparecer misteriosamente con sus radios silenciosas en la inmensidad del océano. Era la táctica de los "navios fantasma". Así entre marzo y abril hundieron 22 buques.

El 21 de mayo de 1941 el "Bismarck" y el "Princip Eugen" partieron de Bergen. Un chivatazo alertó a la marina inglesa: "...el nido de Bergen está vacio desde ayer". A las 22:00 horas del día 23 los rádares de la marina inglesa divisaron a los dos buques alemanes y el vicealmirante inglés Holland con el crucero "Hood" y el "Princip of Walles" y sus escoltas enfilaron hacia los alemanes a toda máquina, aprovechando la noche.

A las 5:15 los hidrófonos del crucero alemán "Princip Eugen" detectaron ruido de hélices y dieron la alerta. La tripulación fue a sus puestos, en espera.

Alas 5:30 se pudieron avistar mutuamente ambas formaciones. Estaban a 20 Kms. El viento era moderado, el cielo un poco nublado y hacía frío. Ambas formaciones aumentaron sus velocidades y fueron al emcuentro, cambiando de rumbo, estudiándose, en maniobra de aproxomación.

A las 5:40 el almirante inglés Holland manda abrir fuego con una primera salva ,pero los tiros caen lejos del objetivo. Hay que corregir. En el bando alemán, mientras almirante Lütjens permanece impasible, inmutable en el "Princip Eugen", el capitán Tindemann del acorazado "Bismarck", impaciente, nervioso, ordena abrir fuego por su cuenta con un "No voy a consentir que hundan mi buque". Los tiros también quedan lejos del objetivo, pero los alemanes disponen de aparatos correctores más rápidos que los ingleses. El cañoneo se generaliza. Ya están a 15 kms.

Un tiro del "Bismarck" impacta levemente en el "Hood", mientras el "Princip of Walles" abre un boquete en la camara de generadores del "Bismarck". El acorazado alemán retiembla. Ya están a 12 Kms. Las posibilidades de blanco son cada vez mayores, ls tripulaciones están plenamente operativas.

A las 6:00 horas uno de los tiros del "Princip Eugen" hace blanco en el centro del "Hood" e incendia un deposito de municiones. Del "Hood" sale una llamarada y mucho humo. Una nueva salva impacta de nuevo en el "Hood", pero es el "Bismarck" quien le atina de nuevo en el depósito de municiones de popa. Una llamarada amarilla sale del costado trasero y sube más alta que el mástil, a continuación se produce una tremenda y atronadora explosión. Las torretas traseras saltan por los aires. Restos de metal incandescentes, al rojo vivo, caen alrededor de una masa de humo negro. El "Hood" se parte en dos, mientras multitud de marinos han sido volatilizados.

El "Hood", nave insignia del grupo, es ya una masa maciza de humo negro y gris. Los marinos del "Princip of Walles" quedan conmocionados por el bramido de la explosión. La proa del "Hood" se alza y empieza a hundirse en un minuto. La popa flota unos minutos más y finalmente el mar se traga al "Hood".

Los buques alemanes se inundan de alegría.

Dos minutos después el "Princip of Walles" es cañoneado por los elemanes. Queda dañado gravemenente, aturdido, conmocionado y, finalmente, escondido como puede en el propio humo, se retira. Los alemanes desisten de rematar al buque. Es un error. Lindemann protesta, pero Lütjes es quien manda.

24 minutos ha durado el combate. Los buques alemanes, separados, ponen rumbo a S. Nazaire para ser reparados. El Almirantazgo inglés quiere que los ingleses conozcan el hundimiento. La prensa se encarga de indignar al país. Churchil en la Cámara de los Comunes transmite venganza y brama: "Hundid al "Bismarck", cueste lo que cueste". Inediatamente empieza la cacería.



El "Bismarck" inicialmente despista a los ingleses, que le buscan por el norte, pero Lindemann cree que está vigilado. Por casualidad, un avión inglés "Catalina" le descubre, avisa y dos escuadrillas de aviones "Swordfish" se cargan de torpedos, que unas horas más tarde empiezan a descargar sobre el "Bismarck". El acorazado se bandea, quiebra y va evitando los impactos, atacando con sus baterías antiaéreas. Los impactos rebotan contra la coraza.

Finalmente, un torpedo le da de lleno en el timón derecho, el gigante se eleva de popa, hocica y deja visible un boquete. Se ve el timón torcido, golpeándole reiteradamente la hélice central. El "Bismarck", sin gobierno, queda virando en redondo y, lo peor, no se puede arreglar la avería.

A lo largo de la noche varios buques ingleses se encaminan hacia el "Bismarck". Al amanecer del día 27 el "Bismarck" sigue moviéndose en redondo, Lindemann se siente impotente. Los buques ingleses se acercan como un pelotón de fusilamiento, vienen a toda máquina y disparando a discreción sobre el acorazado alemán. El "Bismarck" se defiende como puede, pero no puede apuntar bien, se van espaciando sus disparos y, finalmente, se queda mudo. Los ingleses aumentan el cañoneo, se ensañan con él y como buitres van al despiece de la presa. Parece un ejercicio de tiro a un blanco fijo, los tripulantes de cubierta son ametrallados y los del interior se sofocan con el humo.

Lindemann da la orden de abandonar el buque. El "Bismarck" poco a poco se va recostando a babor y se hunde gradualmente. Lindemann trepa por la cubierta cada vez más escorada y se abraza a un mástil. Lindemann se sumerge en el mar con su barco.

Los ingleses inician el rescate de los naúfragos, pero la alarma de que se acerca un submarino alemán suspende el rescate. Los marinos alemanes van a morir en las heladas aguas, entre manchas de petróleo y fuel. No hay ningún submarino y no hay humanidad.

En 1989 unos submarinistas encontraron al "Bismarck" a 5800 mts. de profundidad en una ladera abisal. En la proa aún se podía distinguir la esvástica nazi.

27 de mayo: Hace 66 años, Lindemann y el acorazado "Bismarck" bajaron a los infiernos o más bien subieron a la gloria con los héroes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

TE HA QUEDAO MUY BIEN LA HISTORIA, MUY BIEN CONTADA.

Anónimo dijo...

Saludos. Siempre me ha impresionado mucho la hazaña del acorazado Bismarck, como un hecho en sí mísmo. No me hago partícipe de la causa alemana, pero reconozco la calidad de la tripulación, el entrenamiento, la fiereza para combatir tres días con sus noches, contra más de treinta buques enemigos, aviones torpederos etc. Estoy claro, de que sí no le aciertan en los timones y en el tubo de alimentación, el buque germano habría escapado.En sudamérica hay un caso parecido. En la guerra que sostuvo Paraguy, contra Brasil Argentina y Uruguay, los guaranies con balsas abordaron varias veces buques brasileños, en combates que sólo el demonio puede describir. Lo que no entiendo es el mesianismo de Hitler, de lanzarse virtualmente contra todo el mundo. Saludos, Nelson.-