Un "topo" en "La Casa"
"La Casa", como se le llama familiarmente al CNI, ha descubierto y detenido al espía Roberto Florez. El director de los Servicios Secretos españoles, en rueda de prensa, a "bombo y platillo",ha dado la noticia, calificándola de "alta traición". El CNI ha "sacado pecho".
Los Servicios Secretos españoles ya son famosos, también tienen "topos", como cualquier Servicio de Espionaje que se precie.
La memoria me ha recordado aquel grupo de homosexuales de Cambridge (Burgess, Maclean, Blunt), que mandaba información reservada a la URSS, de "Garbo", que engañó a la Gestapo sobre el desembarco de Normandía, del más brillante de todos los espías, Kim Philby, de las películas de la Guerra Fría, de los libros de John Le Carré, de "Garganta Profunda" en el Watergate, de la KGB comunista, del Mossad judío, de la CIA, de Mortadelo y Filemón, agentes de la "TIA"...
¡Vuelven este verano los tiempos gloriosos del espionaje!
El "topo" Florez, que no tiene alias, ingresó en la Benemérita y subió muy rápido por las escaleras de la "información", llegando a ser "pata negra" de la Comandancia verde de Galindo en Intxaurrondo y quizás también experto en descargas eléctricas, "bañeras" y polvos de cal viva. Después lo ficho el CNI y le mandó a Perú, donde se ganó tenazmente el puesto de "asesor" del futuro presidente Toledo...
Fácil en relaciones sociales, simpático, audaz, pero poco prudente, ni fue un analista sesudo, ni un operativo 007. Tenía sus propios métodos y actuaba un poco descontrolado e indisciplinado, pero daba resultados. Cuando se "quemó", debió ser reciclado, pero no supo reconvirtirse y, como sobraba, el CNI le invitó a pedir la baja.
Leo que fue un Guardia "de base", sin estudios, ni idiomas, ni perspectivas de cultivarse. Tampoco era fornido, ni talentoso, ni alto, ni seductor. No era un Sean Connery.
Entró en el CNI, pero salió por la puerta falsa, no como P. Urbano, que "entró en el CESID" para firmar como autora un libro que le habían redactado ya los de "La Casa" de entonces, para adecentar la fachada, muy deteriorada, entre otras, por las indiscreciones y cotilleos de otro "topillo", llamado Perote.
Florez se fue, pero no le siguieron los pasos y, sin trabajo, ofreció sus secretos por 200.000 dólares a los Servicios moscovitas. Parece ser que "sopló" las identidades de los 7 agentes españoles asesinados en Irak y que participó en el video "4 días de marzo" sobre el 11-M. Si fue así, mal, muy mal espía.
Le han cogido en Tenerife, donde se dedicaba a dar clases gratuitamente en un "Centro para la Resolución de Conflictos". Vivía con su mujer en una casa antigua, de alquiler, sin rótulo de identidad en el buzón, ni mirilla en la puerta. En la casa sólo había otro inquilino: una viejecita.
A lo mejor, la viejecita era una rusa camuflada. ¡Cuantos casos descubrió Mortadelo, disfrazándose de abuelita!.
Concluyendo, esta es otra noticia más, irrelevante, para entretener a los españoles en un estío sin incendios, ni inundaciones, ni Olimpiadas, ni Champions, ni escándalos amorosos.
¡Gloria a los Servicios Secretos Españoles! Ya tienen también "topos".
La memoria me ha recordado aquel grupo de homosexuales de Cambridge (Burgess, Maclean, Blunt), que mandaba información reservada a la URSS, de "Garbo", que engañó a la Gestapo sobre el desembarco de Normandía, del más brillante de todos los espías, Kim Philby, de las películas de la Guerra Fría, de los libros de John Le Carré, de "Garganta Profunda" en el Watergate, de la KGB comunista, del Mossad judío, de la CIA, de Mortadelo y Filemón, agentes de la "TIA"...
¡Vuelven este verano los tiempos gloriosos del espionaje!
El "topo" Florez, que no tiene alias, ingresó en la Benemérita y subió muy rápido por las escaleras de la "información", llegando a ser "pata negra" de la Comandancia verde de Galindo en Intxaurrondo y quizás también experto en descargas eléctricas, "bañeras" y polvos de cal viva. Después lo ficho el CNI y le mandó a Perú, donde se ganó tenazmente el puesto de "asesor" del futuro presidente Toledo...
Fácil en relaciones sociales, simpático, audaz, pero poco prudente, ni fue un analista sesudo, ni un operativo 007. Tenía sus propios métodos y actuaba un poco descontrolado e indisciplinado, pero daba resultados. Cuando se "quemó", debió ser reciclado, pero no supo reconvirtirse y, como sobraba, el CNI le invitó a pedir la baja.
Leo que fue un Guardia "de base", sin estudios, ni idiomas, ni perspectivas de cultivarse. Tampoco era fornido, ni talentoso, ni alto, ni seductor. No era un Sean Connery.
Entró en el CNI, pero salió por la puerta falsa, no como P. Urbano, que "entró en el CESID" para firmar como autora un libro que le habían redactado ya los de "La Casa" de entonces, para adecentar la fachada, muy deteriorada, entre otras, por las indiscreciones y cotilleos de otro "topillo", llamado Perote.
Florez se fue, pero no le siguieron los pasos y, sin trabajo, ofreció sus secretos por 200.000 dólares a los Servicios moscovitas. Parece ser que "sopló" las identidades de los 7 agentes españoles asesinados en Irak y que participó en el video "4 días de marzo" sobre el 11-M. Si fue así, mal, muy mal espía.
Le han cogido en Tenerife, donde se dedicaba a dar clases gratuitamente en un "Centro para la Resolución de Conflictos". Vivía con su mujer en una casa antigua, de alquiler, sin rótulo de identidad en el buzón, ni mirilla en la puerta. En la casa sólo había otro inquilino: una viejecita.
A lo mejor, la viejecita era una rusa camuflada. ¡Cuantos casos descubrió Mortadelo, disfrazándose de abuelita!.
Concluyendo, esta es otra noticia más, irrelevante, para entretener a los españoles en un estío sin incendios, ni inundaciones, ni Olimpiadas, ni Champions, ni escándalos amorosos.
¡Gloria a los Servicios Secretos Españoles! Ya tienen también "topos".
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