"Er Junco"

Gitano, con la piel de aceituna,fuertote fisicamente, pero endeble afectivamente, ha acudido "de cobranza" a la pantalla del cotilleo. Buitres, grajas y urracas han intentado su despiece sentimental a picotazós, mientras que él, sólo, viejo y quieto, se ha cejado picar.

Lo importante era audiencia y dinero.

Las ondas hercianas balancearon al "junco" a izquierda, a derecha, en la ribera del plató. No dio pie con bola, se contradijo: el "Junco", Lola, la "Faraona" y el "Pescailla" fueron manejado como lo hace un prestidigitador con 3 cubiletes y un dado sobre una mesa de juego.

-¿Donde estaba el dado?

Años sesenta-setenta: las fotografías mostraron una Lola de piel fina, labios en corazón, mucho arte y emoción y al Junco con ojos grandes, rizos y porte bien "plantao". Quien dicidió contratar al Junco como bailarín en la empresa artística donde trabajaba Lola?.

Lola y el Junco se miraron el alma y empezó la tragedia. ¿Por qué el destino metió a el "Pescailla" en la trama, en el argumento?.

En fin, a Lola la atosigaron sus prejuicios y los convencionalismos de la fama. Siempre vivió como socialmente se le exigía que viviera.

Lástima que la codicia de la pantalla materializara el asunto de forma tan vulgar. Una historia, contada al uso del romanticismo, hubiera sido lo ideal.