Rajoy le ve las orejas al lobo

Hay dudas razonables sobre el liderazgo de Rajoy. No tiene mucho atractivo, su lugar está más en los debates del hemiciclo, que en las pantallas y en la calle.

Si no gana las próximas elecciones, Rajoy tendrá su final político y las próximas elecciones las ganará quien se lleve los votos del centro sociológico.

Mal camino lleva el PP descentrando el partido. Debe haber cambios de personas y de línea política:
-Los intocables Acebes y Zaplana, -Dupont y Dupont-, vieja guardia de Aznar, están quemadísimos, tiznados y, por tanto, sobran en Génova como portavoces.
-Si Gallardón, que está más centrado, no va en las listas, muchos posibles españoles moderados no votarán al PP.
-La agitación de la derecha profunda por "El Mundo" y la episcopal "COPE" también asusta a la mayoría moderada. El voto de la derecha profunda, montaraz y cavernícola está asegurado. Adular y achuchar a esa derecha supone perder votos moderados.
-Gallardón, Pío y otros, dentro; Zaplana, Acebes, el recurrente Aznar y la frívola Aguirre, condesa de Murillo, entre otros, fuera.
-También hay que tener en cuenta que la falsa e irreal conspiración del 11-M, divulgada con avidez por "El Mundo", la episcopal "COPE" y el mal gestor de ella, cuando ocurrió, el desganado Acebes, perjudicará al PP y más, sabiendo que la sentencia del juicio saldrá en precampaña.

Para colmo, los partidos "Ciudadanos" y el recién creado, UPD, arañarán espacio del centro.

Rajoy le ve las orejas al lobo y por eso ha convocado un "glamouroso" Congreso para octubre, con la intención de reforzar su alicaido y flojo liderazgo. El Congreso puede mejorarle, si hay cambios, pero si siguen los mismos y la misma línea, mejor que no lo convoque.