Cumbre Iberoamericana

Fue, esta vez, en Santiago de Chile.

Allí, los convencionalismos, la diplomacia, el protocolo, las buenas maneras, la modosidad fueron simples apariencias, porque la condición humana afloró y las lenguas se desbarataron. Entonces, todo se crispó.

El presidente de Venezuela, Chávez, mazacote, taburete, gorilón-macho, chulón y bocazas perdió las formas e insultó a Aznar y a la patronal española.
-¡Fascista!, le llamó varias veces, enconado.
En su perorata, furibundo, se ensañó con Aznar, que no estaba presente. Le acusó a él y a la CEOE de apoyar el golpe de Estado de 2002 contra su persona. Zapatero, en ese momento, quiso recuperar la dignidad de su colega político, aunque de la oposición, Aznar, pero fue muy blando y se embarrancó exigiendo, exigiendo, exigiendo, sin poder hablar.

Quien si se olvidó de las buenas maneras fue el rey Juan Carlos, que careció de autodisciplina, perdió la paciencia y le espetó a Chavez:
-¿Por que no te callas?
Después se levantó y se marchó de la sala, sólo, porque Zapatero no le acompañó. Volvió enseguida muy colorado y aguantó con estoicismo hasta el final.

A Chavez, dictador y mandón no se le puede enseñar la mano, porque te la come y el brazo y lo demás. De qué le sirvió a Zapatero adularle y venderle barcos, camiones, aviones, armas… ¡Toma leña, Zapatero!

La verdad es que la Cumbre fue un despropósito: Evo, de corto, con una camiseta nº 10 se fue a jugar un partido de futbol, pasando de la cena oficial, Chávez cantó corridos mexicanos, Ortega atacó con saña el mangoneo de UNIÓN FENOSA por Nicaragua, Lula golpeaba la mesa y se reía ante cualquier gracia, Zapatero, sin autoridad, gesticulaba, recriminando, Uribe se volvía vehemente de oratoria...y el rey, huevón, aguantando sin hacer ni decir nada, hasta que se desbocó.

¡Qué informalidad! Algunos no llevaban corbata, otro llevaba cuello-mao, otro el jersey a rayas que no se quita, otros ni chaqueta... No hubo foto oficial, ni entrevistas bilaterales. Si hubo división y enfrentamientos: Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Cuba, Brasil y Argentina formaron "bloque” antiespañol"

Ni madre-patria, ni hijos queridos, ni hermanos en armonía.

"A mi no me calla nadie, por muy rey que sea" dijo, perdiendo el respeto, el "dictador a la cubana", pero con petróleo y dinero.

¡La Cumbre Iberoamericana ya no es lo que era! ¡Ya no se puede dialogar con cariño, ni en familia!.